
En el Medievo, con la instauración de la sede parroquial de Lieiro, la comunicación de San Ciprián con Lieiro se hizo más necesaria y se contruyeron nuevos caminos que evitaban rodeos, y fueron colocados unos pasales de piedra, que aún se conservan en la zona de as Laxas, para atravesar el río en la marea baja.
Estas importantes piezas de ingeniería de las comunicaciones fueron la única infraestructura existente para unir las dos zonas durante muchos años, y renovadas en el año 2003 por el Ministerio de Medio Ambiente (sin tener uso público) en el marco de un proyecto de rehabilitación.